“Los problemas de la vida son como un trampolín.Cuanto más grandes sean los problemas, más alto es el trampolín. Y la piscina es la vida. Te toca a ti tomar la decisión: te lanzas al agua para continuar nadando en la vida; te quedas ahí en el trampolín muerto de miedo o... te lanzas atrás, hacia el pavimento, y te matas. Esta es la única forma de no montarte más en el trampolín. De acabar con los problemas.Los problemas son tremendas oportunidades para crecer, para aprender a nadar mejor: son pedazos de vida..., aunque algunos dicen: "No quiero tanta vida". Los únicos que no tienen problemas son los muertos: nunca se ha visto una huelga en el cementerio: “¡Queremos tumbas nuevas, queremos tumbas nuevas!".El hombre es del tamaño del problema ante el cual se enfrenta. Da gracias a Dios por tus problemas, porque estás vivo…”
Básicamente tenemos la opcion en la vida: Engrandecer a Dios o engrandecer nuestros problemas, cuando se engrandece a Dios los problemas disminuyen hasta desaparecer, cuando se engrandecen los problemas, Dios se disminuye o desaparece…
Meterse en la batalla, pero con el corazon en paz, es la unica manera de vivir la realidad de la vida (Anthony de Mello)
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