sábado, 30 de junio de 2007

LO QUE ES VIVIR... de Walter Riso


Siempre hay algo que compartir y este es uno de mis escritores favoritos y mira cuanto nos enseña:
En primer lugar, vivir es más que respirar y menos que dormir. No me refiero a la vida biológica, sino a la psicológica. Vivir no es sobrevivir, ni tampoco desgastarse. Vivir es morir y completar el ciclo, así sea a los tumbos y al revés.
Una vida bien vivida tiene que ser reída, escrita y saboreada, algunos dicen que sembrada. Por eso los que viven bien, pasan desapercibidos, son livianos, ajenos, casi que deshabitados por la cultura, enraizados en sí mismos y con ese singular candor que los identifica. Vivir no es darse la gran vida, sino sumar pequeñeces vividas descaradamente con la pasión de los que devoran sensaciones y saben sacarle el jugo a todo, pero sin secar nada. Vivir no es trabajar, ni criar, ni sobresalir, ni fracasar, ni casarse, ni ser pobre o rico, ni hacer el amor, ni comer, ni gritar, ni jugar cartas, sino todo esto junto pero sazonado a gusto de uno, o sea del consumidor de vida. Los que saben vivir dicen que la cosa es distinta, pero para bien, que no requiere mucho esfuerzo, más bien intención y ganas de decorar los días para que todos sean festivos. ¿Qué es vivir?: es ir contra el método, revolcarse en el asombro y hacer de lo espontáneo un corto circuito simpático para electrocutar a muchos, sobre todo a los que amamos. Vivir es cerrar los ojos sin quedarse ciego y mirar sin deslumbrarse. Es ser testigo de excepción y no jurar en falso, o si se hace, saber cruzar los dedos y pedir perdón anticipado.

Un día en un parque donde las palomas y los patos convivían en paz, pude ver a un niño que le preguntó a un anciano: Abuelo, ¿qué es vivir?, y el hombre contestó: Es hacer lo que estás haciendo. Entonces el niño se miró a sí mismo, echó un vistazo alrededor y concluyó: vivir es fácil.
No se qué es exactamente vivir. Quizás sea una cúmulo de impresiones dispersas tratando de organizarse a sí mismas buscando un sentido, o a lo mejor no es otra cosa que consumirse como una piedra, pero no creo, sé que soy más que una roca aunque menos que un amanecer. De pronto vivir sea algo tal elemental, que por elemental, nos pase desapercibido, como un suspiro o esa fragancia amigable que a veces nos persigue y no podemos precisar. Si vivir es acumular experiencias para después desecharlas, tal vez sea mejor vivir con amnesia permanente y ver cada cosa como si fuera la primera vez y la última.

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